La Iglesia de Jesucristo
Jesús prometió que él edificaría Su iglesia (Mt 16.18). Por esto mismo luego oró al Padre por la unidad de la iglesia. Esto nos demuestra lo prioritario y fundamental que resulta para Cristo y para el Padre la unidad de la iglesia.
«…para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste...» (Jn 17.21-23)
Finalmente, Jesucristo vendrá por Una sola iglesia.
«Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.» (Ef 5.25-27)

Una Iglesia en cada Ciudad
En contraste con nuestra realidad actual, la iglesia primitiva era una sola. No había muchas iglesias, ni muchas denominaciones. Los apóstoles con todos los hermanos guardaban celosamente la unidad de la iglesia (Ef 4.1-3). Eventualmente cuando surgían algunas contiendas o divisiones, los apóstoles batallaban contra ellas, como el ejemplo de la iglesia en Corintos (1 Co 1.10-13). De esta manera en cada ciudad había una sola iglesia.
«En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia que estaba en Jerusalén...» (Hch 8.1)
«Había entonces en la iglesia que estaba en Antioquía, profetas y maestros…» (Hch 13.1)
«Enviando, pues, desde Mileto a Éfeso, hizo llamar a los ancianos de la iglesia…» (Hch 20.17)
«Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso…» (Ap 2.1). «…la iglesia en Esmirna…» (Ap 2.8). «…la iglesia en Pérgamo…» (Ap 2.12). «…la iglesia en Tiatira…» (Ap 2.18). «…la iglesia en Sardis…» (Ap 3.1). «…la iglesia en Filadelfia…» (Ap 3.7). «…la iglesia en Laodicea…» (Ap 3.14)
Nunca encontramos en las Escrituras que en una misma ciudad hubiera más de una iglesia. Pues, la iglesia es Una. «¿Acaso está dividido Cristo? » (1 Co 1.13). Con toda seguridad la iglesia se reunía por grupos pequeños y por las casas, pero aun así era una sola iglesia en cada ciudad, todos bajo un mismo presbiterio. Unidos por un mismo Espíritu, en un mismo y único cuerpo, bajo una misma y única cabeza que es Cristo. «Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo…» (1 Co 12.13).
Las Iglesias de una Región

Exclusivamente en las Escrituras cuando menciona en plural «las iglesias» nunca se refiere a una ciudad sino a una región comprendida por varias ciudades. Manteniendo de esta forma una sola iglesia en cada ciudad.
«Y al pasar por las ciudades, les entregaban las ordenanzas que habían acordado los apóstoles y los ancianos que estaban en Jerusalén, para que las guardasen. Así que las iglesias eran confirmadas en la fe, y aumentaban en número cada día.» (Hch 16.4-5)
Aquí, dice que «al pasar por las ciudades… las iglesias eran confirmadas». Se refiere a la iglesia de cada una de las ciudades.
«Asimismo, hermanos, os hacemos saber la gracia de Dios que se ha dado a las iglesias de Macedonia» (2 Co 8.1)
En el caso de Macedonia, esta era una región al norte de Grecia y entre otras ciudades se encontraban Filipos, Tesalónica y Berea.
«Juan, a las siete iglesias que están en Asia...» (Ap 1.4)
De la misma manera, Asia es una antigua región comprendida por toda la parte occidental de la actual Turquía. Las siete iglesias se refiere a la iglesia en cada una de las siete ciudades llamadas: Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea. Entonces las iglesias de Asia, se refiere a la iglesia en Éfeso, la iglesia en Esmirna, la iglesia en Pérgamo, etc.
Entonces, la iglesia es una. Por lo tanto, una iglesia en cada ciudad. La iglesia de la ciudad…

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