Túnez, Egipto, Yemen, Libia, Bahréin, Jordania, Siria, Arabia Saudita, Marruecos, Argelia… Estos países y algunos más que tímidamente se van acoplando, están viviendo tiempos de cambios históricos que ni ellos mismos perciben el alcance total que tendrá esto. Por más de dos o tres décadas la iglesia del Señor en muchos partes del mundo ha estado orando y clamando por el establecimiento del Reino de Dios en los países islámicos. Lugares a los cuales se les ha llamado “No Alcanzados” o “Restringidos” al Evangelio. En su gran mayoría con gobiernos dictatoriales enquistados en el poder por décadas. Con una sociedad religiosa, regida por el temor y el qué dirán. El Islam es una religión totalitaria y literalmente significa sometimiento. El pueblo árabe en general, se origina en Ismael, hijo de Abraham, y recibe la bendición de Dios:
«Y en cuanto a Ismael, también te he oído; he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera; doce príncipes engendrará, y haré de él una gran nación. »(Gn 17:23). «Y él será hombre fiero; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él, y delante de todos sus hermanos habitará.» (Gn 16:12).
Este es el origen y naturaleza del pueblo árabe. Sumado a esto, en el siglo VII dC. el islam como régimen religioso, bajo sometimiento por medio de la espada conquista primeramente las tribus sauditas y luego extiende sus colonias a los 22 países árabes existentes en la actualidad (y a los más de 50 países de mayoría musulmana). Esta breve reseña nos ayuda a comprender el origen y el contexto actual del mundo árabe.
Estamos ya en el cuarto mes de comenzadas estas revoluciones. Los corazones de la gente siguen muy alterados, se viven días de inestabilidad e inseguridad. La anarquía se percibe en las calles. Se escucha de robos y asaltos. Los islamistas intentan aprovechar las revueltas para imponer más controles y restricciones religiosas, pero sin demasiada respuesta por parte de la sociedad joven que a esta altura desea más la libertad que las opresiones religiosas. El árabe por naturaleza es un pueblo luchador, pero ha estado sometido por mucho tiempo, ahora se ha levantado a pelear por sus derechos. En primera instancia derechos sociales y políticos. Y en la medida que avancen descubrirán también sus deseos y necesidad de libertad plena, libertad en sus corazones. Han reaccionado al sometimiento político, socio-económico y laboral, están en medio de la batalla y con paciencia (aunque no sin dolor) lograrán el cometido. Pero luego muchos también reaccionarán, aunque de otras maneras, al sometimiento religioso.
¡Las oraciones de tanto tiempo por su persistencia están siendo escuchadas! Dios no está ajeno a los acontecimientos. Son tiempos de cambios profundos. Son tiempos para clamar y velar. Es tiempo para que la iglesia sea verdadera sal y verdadera luz. Es tiempo de ver en esperanza la salvación de Dios para estos pueblos.
«He aquí vienen días, dice Jehová el Señor, en los cuales enviaré hambre a la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Jehová.» (Am 8:11). «Aquellos a quienes nunca les fue anunciado acerca de él, verán; Y los que nunca han oído de él, entenderán.» (Ro 15:21).
Sigamos velando y persistamos en la oración. Presentemos ante Dios al pueblo «ismaelita».
Qué grande eres Gabi! desde el día en que te conocí lo noté. Esperemos que sigan esos grandes cambios que todos esperamos.
Hola Gabriel!
Muchas Gracias por compartir esta nota sobre los hijos de Ismael, en verdad que Dios esta haciendo grandes cosas en medio del pueblo ismaelita, esperemos grandes cambios para la gloria de Dios.
Saludos y bendiciones!