
El Reino de Dios no es un tema importante del Nuevo Testamento, es ¨el Tema¨ del Nuevo Testamento. Verdaderamente Jesús enfocó de forma especial su prédica y su enseñanza en este tema. No habló de otra cosa más que de esto. Veamos esto reflejado en algunos pasajes de las Escrituras.
«La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él.» (Lc 16.16)
«En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.» (Mt 3.1-2)
«Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.» (Mt 4.17)
Es el Mensaje de Jesús
Verdaderamente Jesús enfocó de forma especial su prédica y su enseñanza en el reino de los cielos. No habló de otra cosa más que de esto.
«Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino, y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo.» (Mt 4.23)
«Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con él, Reino no es un lugar, es el ejercicio de reinar de Dios. El reino es el reinado, el gobierno de Dios.» (Lc 8.1)
«Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el evangelio del reino de Dios; porque para esto he sido enviado.» (Lc 4.43)
«…a quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días y hablándoles acerca del reino de Dios.» (Hch 1.3)
Es la Enseñanza de Pablo
De igual manera, este era el mensaje principal que llevaba el apóstol Pablo.
«Y entrando Pablo en la sinagoga, habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del reino de Dios.» (Hch 19.8)
«Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían, predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.» (Hch 28.30-31)
¿Qué es el reino?
Entonces, ¿qué es el reino según lo encontramos en el Nuevo testamento? Habitualmente si hiciéramos esta pregunta, encontraríamos una variedad de respuestas tales como que es el cielo, la eternidad, o cosas semejantes a estas. Pero debemos destacar que el reino de los cielos no es un lugar físico. No es un territorio. Por ejemplo, el Reino de España o el de Marruecos, son lugares físicos y terrenales, con límites geográficos. Pero cuando hablamos acerca del de Dios no es así. Es espiritual y sobrenatural. Vale destacar que de ninguna manera la Escritura se refiere a la iglesia.
El reino es el gobierno de Dios, el Reinar de Dios. Es el ejercicio de reinar. Significa que Dios reina! Él ejerce su poder a través de la Palabra, su palabra nos rige.
«Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.» (Mt 4.17)
Dice que el Reino se ha acercado, pero ¿De qué manera viene? El reinado viene en la persona del Rey que viene a reinar. Pues, con la venida de Jesús a la tierra ha venido su Gobierno. Significa que donde está presente el Rey, ejerce su oficio de reinar y su reinado está presente.
Como en todo reino, hay un rey y este rey es dueño absoluto de todo. Todo es de Él, por Él y para Él. Él es la máxima autoridad y dueño absoluto de todo. Su soberanía es absoluta!
«Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén.» (Ro 11.36)
Jesús también enseñó a sus discípulos a orar diciendo: «Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.» (Mt 6.10).
Esto significa que el Señor reina y que es hecha Su voluntad. Pues, entonces, ya no se hace la voluntad del hombre, ni de satanás, sino estrictamente la voluntad de Dios.
Dos Reinos
Las Escrituras claramente nos muestran que solamente hay dos reinos, El de la luz y el de las tinieblas.
«…con gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz; el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo.» (Col 1.12-13)
Solamente dos reinos existen en el universo espiritual. El de las tinieblas y el de la Luz. Es decir, el gobierno de satanás y el de Dios. No hay un tercero. Entonces toda persona está o en uno o en el otro. O está con Dios o con satanás. No hay un tercero para aquellos que dicen: bueno, yo no estoy con Dios pero tampoco con el diablo, no hago nada malo, soy una buena persona, cumplo con mis responsabilidades, no le hago mal a nadie.
El Señor lo dejó bien claro:
«El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.» (Mt 12.30)
El Señor Gobierna con Poder, Justicia, Paz y Gozo
«Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder.» (1 Co 4.20)
«…porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.» (Ro 14.17)
«¡Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas del bien, del que publica salvación, del que dice a Sion: ¡Tu Dios reina!» (Is 52.7)

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