Como hemos visto, en las Escrituras no encontramos ninguna evidencia que acredite la teoría tan popular de que el bautismo es un testimonio público de fe, que debe realizarse unos cuantos meses después de su conversión. Por el contrario, hemos visto que muchos se bautizaban sin que hubiese otros testigos y también vimos que en la mayoría de las ocasiones, se realizaba inmediatamente después del arrepentimiento, reconociendo a Jesucristo como Señor de sus vidas.
Significado del Bautismo
Entonces, descartando lo anterior, veamos según las Escrituras qué es el bautismo?
«¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte? Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva. Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección; sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado. Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él;» (Ro 6.3-8)
«…sepultados con él en el bautismo, en el cual fuisteis también resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos.» (Col 2.12)
«…porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.» (Ga 3.27)
Siguiendo esta base escritural tenemos que el bautismo no es un simbolismo, como muchos enseñan. Por el contrario, es un hecho espiritual real y concreto. Si el acto se realizara sin fe, sin el reconocimiento del Señorío de Jesucristo y sin el necesario arrepentimiento de haber vivido independiente de Dios, entonces sería menos que un simbolismo. Pero realizado en fe y arrepentimiento, es un hecho espiritual real.
El Bautismo es muerte y sepultura. También es resurrección y es ser revestido de Cristo
Cuando nos bautizamos, al ser sumergidos en las aguas, somos bautizados en Cristo, somos sumergidos (bautizados) en la muerte de Cristo. Somos sepultados juntamente con Él. Para muerte de nuestro viejo hombre. El viejo ser que estaba viciado y corrompido (Ef 4.22), que estaba en delitos y pecados. Éramos hijos de desobediencia, vivíamos según los deseos y la voluntad de la carne, éramos hijos de ira (Ef 2.1-3). Ese viejo hombre es sepultado en las aguas bautismales.
«Nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.»
El Bautismo también es resurrección. Para que «andemos en vida nueva». Somos nuevas criaturas (2 Co 5.17), seres espirituales nacidos del Espíritu (Jn 3.5-6). Somos «resucitados con él, mediante la fe en el poder de Dios que le levantó de los muertos».
Y también como bautismo significa inmersión, somos sumergidos en Cristo, somos revestidos de Cristo (Ga 3.27).
Para Perdón de los Pecados
Siguiendo la misma línea de enseñanza, nos es más fácil ver que las Escrituras nos instruyen que el bautismo no es meramente un simbolismo, sino que es para perdón de pecados.
«Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.» (Hch 2.38)
«Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.» (Hch 22.16)
«Y salía a él Jerusalén, y toda Judea, y toda la provincia de alrededor del Jordán, y eran bautizados por él en el Jordán, confesando sus pecados.» (Mt 3.5-6)
Definitivamente el bautismo no es un simbolismo y un acto público. Antes bien, es necesario para el perdón de los pecados, es parte del proceso del nuevo nacimiento, es por eso que en la iglesia primitiva no se retrasaban en ser bautizados.
Es un Mandamiento para Salvación
«El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.» (Mr 16.16)
«Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.» (Hch 2.38)
«Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús.» (Hch 10.48)
«Ahora, pues, ¿por qué te detienes? Levántate y bautízate, y lava tus pecados, invocando su nombre.» (Hch 22.16)
Es necesario para ser un discípulo
«Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.» (Mt 28.19-20)
«…porque todos los que habéis sido bautizados en Cristo, de Cristo estáis revestidos.» (Ga 3.27)
Primero fe y Arrepentimiento
Deberíamos destacar el orden establecido por Dios, es necesario que la fe y el arrepentimiento antecedan al bautismo. Primero fe y arrepentimiento, luego somos bautizados. Felipe le dijo al eunuco: «si crees… puedes ser bautizado». Y el Señor dijo: «el que creyere y fuere bautizado, será salvo».
«Entonces Felipe, abriendo su boca, y comenzando desde esta escritura, le anunció el evangelio de Jesús. Y yendo por el camino, llegaron a cierta agua, y dijo el eunuco: Aquí hay agua; ¿qué impide que yo sea bautizado? Felipe dijo: Si crees de todo corazón, bien puedes. Y respondiendo, dijo: Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios. Y mandó parar el carro; y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco, y le bautizó.» (Hch 8.35-38)
«El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.» (Mr 16.16)
«Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.» (Hch 2.38)
El mandamiento es primero arrepentíos, luego bautícese cada uno…
Temas relacionados