«Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús, el mismo que en la cena se había recostado al lado de él, y le había dicho: Señor, ¿quién es el que te ha de entregar?» (Jn 21.20)
En todos los siguientes versículos Juan vuelve a mencionar las mismas palabras «el discípulo que Jesús amaba». Juan 13:23; 19:26; 20:2; 21:7
Es interesante que no es Mateo, ni Marcos, ni Lucas quien hace esta mención, sino el propio Juan quien se llama así mismo el amado de Jesús. ¿Por qué crees que Juan se llamaba a si mismo el discípulo amado? ¿Será que Jesús amaba a Juan y a los otros no? ¿O será que amaba a Juan más que a los otros? ¿Jesús hacia diferencia entre unos y otros? Absolutamente Dios no hace acepción de personas. Pero Juan sentía que él era el mas amado de todos, se sentía mimado por Jesús, sentía que de alguna manera él era importante para Jesús. Y creo que lo era.
Dios Prefiere a los que lo Prefieren a Él
Cierto hermano hace tiempo dijo algo que me quedo muy grabado, decía que si bien Dios no hace acepción de personas, Dios prefiere a los que lo prefieren a él. Y Juan era alguien que siempre estaba cerca de su Maestro. Donde Jesús iba, ahí estaba Juan, se sentaba y se recostaba a su lado en la mesa. Y no perdía oportunidad para demostrar (culturalmente) su afecto hacia él, recostando su cabeza sobre el pecho de Jesús.
Es por eso que Juan tuvo el privilegio de vivir cosas muy preciosas con el Señor. Como la experiencia en el monte de la transfiguración o en el monte de los Olivos antes de ser entregado.
Una Relación de Dos
En una relación para que sea cariñosa debe haber un ida y vuelta. Las demostraciones de cariños deben ser de ambas personas. Y Jesús es amoroso! Él es muy cariñoso y demostrativo de su eterno, santo y tremendo amor. No pocas veces puedo escuchar su dulce voz diciéndome: «Paloma mía… Muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz; Porque dulce es la voz tuya, y hermoso tu aspecto.» Cnt 2:14
En esta relación amorosa que tenemos con el Señor no hay lugar para otros amores. Es un amor verdadero, sincero, de dos.
«El Espíritu que él ha hecho morar en nosotros nos anhela celosamente.» (Stg 4:5)
¿Me Amas?
A Pedro hasta tres veces le hizo la misma pregunta: «Simón, hijo de Jonás, ¿me amas?» (Jn 21:15-17). Es muy interesante que Jesús le haga estas preguntas a Pedro. ¿Será que Jesús de verdad no sabia si Pedro lo amaba o no? ¿Y por eso necesita preguntárselo hasta tres veces? ¿O será que quiere enseñarnos a expresar este amor? ¿que quiere despertarnos al amor. El todo lo sabe! Pero quiere que le expresemos nuestro amor, con palabras y con hechos. Pero mucho mas aun me llama la atención cuando una de las veces el Señor le pregunta a Pedro: « ¿me amas más que éstos?» Cuán cariñoso es Él! No solo quiere que le digas que le amas, también quiere que tú seas el que mas le ama… No se conforma con que le ames, quiere que le ames más… que le ames mucho… que le ames «con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas.» (Mr 12:30)
El Señor con su suave voz, te pregunta: «¿me amas?», «¿me amas más que éstos?».
«Señor, tú lo sabes todo; tú sabes que te amo!!!»
¿Y tú… te sientes el amado de Dios?
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