Veremos con algunos ejemplos la importancia de la visión desde el punto de visto de Dios mismo. Ante la pregunta ¿Qué es visión? Se desprende la pronta respuesta: es ver lo que Dios ve.
«Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará.» (Hab 2:2-3)
¿Por qué debemos tener visión?
«Donde no hay visión, el pueblo se extravía» (Pr 29.18, NVI)
La Visión:
- Es la herramienta indispensable para realizar la obra de Dios
- Provee objetivos a nuestra vida y ministerio
- Provee la estrategia para alcanzar esas metas
Dios no hace su obra al azar. Él tenia un plan desde antes de la creación.
- El arquitecto antes de construir dibuja los planos. Realiza un proyecto
- Debemos conocer el plan de Dios.
- Debemos saber qué debemos edificar.
Dios le dio a Noé los planos para edificar el arca
«Hazte un arca de madera de ciprés; harás el arca con compartimientos, y la calafatearás por dentro y por fuera con brea. Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca, de cincuenta codos su anchura y de treinta codos su altura. Harás una ventana en el arca y la terminarás a un codo del techo, y pondrás la puerta del arca en su costado; la harás con piso bajo, segundo y tercero.» (Gn 6.14-16)
Dios le mostró a Moisés los planos para construir el Tabernáculo
A Moisés, Dios le ordena que tomara del pueblo ofrendas materiales para edificar un santuario, que sería el tabernáculo. Podemos ver en Éxodo 25.1-8 como el Señor detalladamente pide los distintos tipos de materiales que deberán ofrendar para la construcción del mismo. En todo el capítulo 26 de Éxodo se relata de manera minuciosa cómo deberían construir el tabernáculo, con todas sus medidas exactas, sus materiales, sus coberturas. Las cortinas, los aros para colgar las cortinas, con sus colores determinados.
Dios revela a Moisés los planos para construir todos los Accesorios del Tabernáculo
Siguiendo en este viaje de arte expositivo y creativo, veamos cómo también Dios revela los planos para la construcción del arca del testimonio, el propiciatorio y los querubines en Ex 25.10-22. La mesa para el pan de la proposición en Ex 25.23-30. El candelero de oro (Ex 25.31-39), hasta menciona cómo se hará el trabajo. El altar de bronce y todos sus utensilios (Ex 27.1-8). El atrio del tabernáculo (Ex 27.9-19). El aceite para las lámparas (Ex 27.20-21). Y ni hablar de las vestiduras de los sacerdotes relatado a lo largo de todo el capítulo 28; permíteme expresar mi asombro porque hasta las formas y el material de los calzoncillos se mencionan (Ex 28.42).
Dios revela a David los planos para construir el Templo
Vemos en 1 Crónicas 28.11 que David le entrega los planos a su hijo Salomón. Pues, el Señor mismo le hizo entender mediante revelación todo el diseño.
«Todas estas cosas, dijo David, me fueron trazadas por la mano de Jehová, que me hizo entender todas las obras del diseño.» (1 Cr 28:19)
Salomón edifica el Templo
Llega la hora para la construcción del templo de Salomón. Esto a mis ojos es más impresionante todavía. Todo el relato de su construcción lo encontramos en 1 Reyes 6. Siete años llevó esta edificación (1 Re 6.38). La construcción de todo el mobiliario del Templo también está relatada en 1 Reyes 7.23-51.
Dios le había mostrado a David el lugar exacto donde debía edificar el Templo (2 Cr 3:1)
«Dijo además David a Salomón su hijo: Anímate y esfuérzate, y manos a la obra; no temas, ni desmayes, porque Jehová Dios, mi Dios, estará contigo; él no te dejará, ni te desamparará, hasta que acabes toda la obra para el servicio de la casa de Jehová.» (1 Cr 28:20)
Dios es minucioso, perfeccionista y detallista en la obra de sus manos. Es el mejor artista del universo, creador y creativo.
Los Planes de Dios
Si Dios cuida cada detalle de las construcciones del arca, del tabernáculo y del templo con todos sus utensilios cuanto más cuidará la edificación de su iglesia y la extensión de su reino.
Dios tiene propósitos desde antes de la creación del mundo. Y lo tiene todo perfectamente planificado con todos sus detalles.
Es indispensable que conozcamos el plan completo de Dios para saber qué debemos edificar; en nuestras vidas y en otros.
Si no conocemos con claridad cuál es la meta hacia donde nos dirigimos corremos el riesgo de comenzar a dar vueltas en círculos sin llegar a ninguna parte, como el pueblo de Israel que estuvo cuarenta años dando vueltas en el desierto de aquí vemos la importancia de la visión.
Necesitamos revelación de Dios para conocer sus propósitos, cómo los realizará, y cómo quiere utilizarnos a cada uno de nosotros.
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